¿Cómo cuidar un loro?

Los loros pueden ser unas mascotas excelentes, dado que son animales muy inteligentes y extremadamente longevos, viviendo las especies más pequeñas en torno a 20 años y las más grandes incluso más de 80 años. Pero aun así, son unos animales que no están domesticados, como los perros y los gatos, por lo que precisan de unos cuidados más específicos. ¡No te los pierdas!

¿QUÉ CUIDADOS TIENE UN LORO?

El primer factor a la hora de plantearte los cuidados necesarios para tu loro, es conocer su especie, ya que ello implicará una u otra orientación para los cuidados. Una vez determinada la especie, nos podemos plantear dónde va a vivir nuestro loro. Lo primero a tener en cuenta, es el tamaño de la jaula, que le debe permitir moverse con libertad, colocar en su interior platos, perchas, juguetes, zonas de descanso (estas jaulas podrán tener hasta dos metros de altura en el caso de los loros más grandes) Es muy recomendable que la jaula sea cuadrada, ya que estos animales en muchas ocasiones usarán las esquinas como referencia o agarre, lo que les da seguridad. También hay que prestar atención al grosor y separación de los barrotes, incrementándose ambos valores cuanto más grande es el loro.

Una vez elegida la jaula, hay que colocarla en algún sitio. Los loros son animales sociables, por lo que la jaula deberá estar en una zona donde habitualmente haya gente, ya que esta se convertirá en su “bandada”. La soledad produce muchos problemas de salud a estos animales. Por ello es muy recomendable aprender a socializar y jugar con ellos, y sobretodo, hablarles. Si tenemos otras mascotas, también es aconsejable que la habitación en la que esté la jaula tenga puerta, para que cuando no estemos en casa, las otras mascotas no puedan estresar a nuestro loro. También es recomendable que la jaula esté en una habitación con una temperatura y humedad constantes, que oscile entre los 18 y los 30 grados.

En lo referido al mantenimiento de la jaula, será muy recomendable  limpiar el desorden general (excrementos en las perchas, papeles rotos…) una vez al día, y cambiar los papeles y limpiar en profundidad el suelo de la jaula como máximo cada dos días. Los platos también deberán  limpiarse cada día, aprovechando para poner agua y comida fresca. En la limpieza, es muy recomendable pedir consejo en tiendas de productos para animales sobre desinfectantes suaves, que no afecten a su piel…

Entrando en el tema de la alimentación, para el agua es aconsejable un cuenco en el que el loro pueda bañarse, así como cambiarle el agua como mínimo dos veces al día y asegurarnos de que el cuenco no se vacía. En lo que se refiere a la comida, es importante atender a las indicaciones tanto de quien fuera el propietario del loro, como especialmente al veterinario, que sabrá orientarnos en qué alimentos son más adecuados y en que dosis. Muchos de estos alimentos se pochan, por lo que tendrán que ser retirados el mismo día que se sirven. Los alimentos que se les cocinen, no deberán ser cocinados en cacharros con antiadherente, ya que este puede dejar residuos que afectan al metabolismo de estos animales.

Por último, para garantizar su longevidad, es muy importante prestar atención a cualquier signo de enfermedad, como daños en el pico, úlceras, ojos hinchados, pérdida de apetito… y visitar periódicamente al veterinario, ya que estos animales, aunque longevos, tienen una cierta propensión a desarrollar enfermedades.